Acuicultura Regenerativa para un
Futuro Sostenible





La seguridad alimentaria y el cambio climático son desafíos globales que nos obligan a repensar cómo producimos alimentos. En este contexto, la acuicultura marina regenerativa emerge como una alternativa innovadora que no solo permite la producción sostenible de alimentos, sino que también contribuye a restaurar los ecosistemas marinos.
A diferencia de los modelos intensivos tradicionales, este enfoque se inspira en el funcionamiento natural del entorno marino, integrando cultivos que benefician activamente el ecosistema. Pero, ¿cómo funciona realmente y qué impacto puede generar?
Para comprenderlo mejor, conversamos con Ana Webb, una experta con más de 16 años de experiencia en el acompañamiento a emprendedores y productores acuícolas en Chile y Argentina. Su amor por el mar y su profundo conocimiento en acuicultura regenerativa nos ayudarán a explorar cómo este modelo puede transformar la manera en que producimos alimentos y cuidamos el planeta.
¿Qué es la Acuicultura Marina Regenerativa?
La acuicultura marina regenerativa busca producir de manera sostenible, minimizando el impacto en los ecosistemas marinos. Se trata de un enfoque que imita los procesos naturales del océano y aprovecha al máximo los recursos disponibles, en lugar de agotarlos.
“Es una forma de producir que no solo evita dañar el entorno, sino que también lo mejora. En lugar de extraer sin límites, cultivamos con conciencia, restaurando el equilibrio natural del ecosistema”, explica Ana.
Principales Características
Uno de los pilares de este modelo es el cultivo en tres dimensiones, donde se combinan diferentes especies nativas en la columna de agua. Cada una de ellas cumple un rol clave para mantener la salud del ecosistema:
✅ Macroalgas: Capturan dióxido de carbono y oxigenan el agua, contribuyendo a reducir los efectos del cambio climático.
✅ Bivalvos (mejillones y ostras): Filtran el agua y aportan nutrientes esenciales al entorno marino, mejorando su calidad.
Estos sistemas pueden ser altamente productivos. “Si cultiváramos solo el 2% del océano, podríamos alimentar a 12 millones de personas. Esto demuestra el enorme potencial de la acuicultura sostenible”, comenta Ana.
Desafíos y Oportunidades
Regenerar los océanos no solo implica reducir el impacto ambiental, sino también asumir un rol activo en la recuperación del ecosistema. Esto requiere cambiar la manera en que pensamos y actuamos.
“Regenerar es un modo de vida, un enfoque ecosistémico que requiere coherencia en nuestras acciones. No se trata solo de producir alimentos, sino de hacerlo de manera consciente, entendiendo que somos parte de un sistema mayor”, enfatiza Ana.
Un Amor que Fluye
El amor de Ana por el mar nació en su infancia. Creció explorando el océano junto a su padre, desarrollando una conexión profunda con el agua y sus misterios. A los 10 años ya trabajaba en un cultivo de ostras, una experiencia que marcó su camino hacia la biología marina.
“Siempre supe que mi vida estaría ligada al océano. Desde pequeña entendí que el mar no solo nos da alimento, sino que también nos enseña sobre la interconexión de la vida”, comparte Ana.
Un Propósito con Impacto
A lo largo de su carrera, Ana descubrió que su verdadero propósito era impulsar la transformación hacia una economía más regenerativa e inclusiva. Esto la llevó a ser parte de Mayma, un espacio donde acompaña a otros en este proceso de cambio.
“Encontré en Mayma el lugar perfecto para compartir este propósito y ayudar a más personas a generar impacto positivo a través de la acuicultura regenerativa”, asegura.
La acuicultura marina regenerativa no es solo una forma de producción, sino una oportunidad para construir un futuro más sostenible. A medida que enfrentamos desafíos globales, es clave adoptar enfoques que integren la producción de alimentos con la regeneración de los ecosistemas.
Si queremos garantizar la seguridad alimentaria sin comprometer la salud del planeta, la respuesta puede estar en el océano.